La Casa Riaza nace por la insatisfacción de Angela con su vivienda en Riaza. Esta no cumple con sus necesidades de confort y accesibilidad ahora que se acercaba su jubilación.

La parcela de la que dispone tiene una orientación Sur-Este y unas increíbles vistas a la estación de esquí de La Pinilla. La vivienda va a ser fundamentalmente un espacio para ella y para disfrutar de reuniones familiares entorno a la mesa, y dado que se trata de una vivienda para sus años de jubilación, la casa ha de estar distribuida en una sola planta. Además, nos solicita que, dadas las bajas temperaturas de Riaza y el coste elevado de la energía, la casa tenga un consumo muy bajo, y se pueda calentar muy rápidamente, dado que su vivienda actual puede tardar hasta 3 días en calentarse.

Con estas premisas planteamos una “casa muro”; un prisma longitudinal donde todas las estancias se abren hacia las vistas de La Pinilla, teniendo en la fachada Norte pequeños huecos solo para ventilación e iluminación y planteando el acceso lateralmente. De este modo la vivienda resuelve el cierre de la parcela con la vía pública, sin necesidad de un muro o valla. También se plantean dos prismas con alturas más elevadas, donde se resuelve la parte más importante para el cliente del programa: la habitación principal y el comedor.

Dado que toda la vivienda se diseña en una sola planta, la ocupación máxima de la parcela no nos permite plantear una terraza cubierta, así que se decide crear un peto donde ocultar un toldo y resolver estéticamente la volumetría. Para crear una sensación más acogedora de recogimiento dentro de la vivienda, esta se entierra hasta el alfeizar de las ventanas; Confiriendo esto también una mayor horizontalidad al volumen.

Se plantea una estructura en madera CLT prefabricada para reducir: la inercia térmica del proyecto (mas rápida de calentar), el tiempo de construcción y la huella de carbono; además se opta por dejarla vista la estructura en el interior para una mayor calidez y ahorro en materiales.

Fachadas, cubierta y solera se cubren con 20 cm de EPS como aislamiento térmico para alcanzar un grado de eficiencia passivhaus. Como protección solar dadas las altas temperaturas de verano y por seguridad, en la fachada Sur, se protegen todas las ventanas con contraventanas correderas metálicas, que se instalan en el cambio de sección de la fachada.

Materialmente se busca un proyecto monolítico, diferenciando dos partes: la superior y trasera con los volumen que vuelan y la fachada a la calle acabadas en un mortero acrílico de grano grueso color gris neutro rallado verticalmente; y las fachadas en contacto con la zona mas privada de la casa, acabadas en un mortero acrílico también de grano grueso, buscando el color tierra característico en la arquitectura de la zona.